Llugares
Tal vez una imagen, un olor o un sonido te hagan volver durante un instante mental a aquel lugar. Tal vez sea una voz, una caricia o una conversación lo que te transporte de inmediato a ese momento inolvidable en aquella ciudad, pueblo, montaña o bar. Puede que esté al lado de tu casa, o a miles de kilómetros, da igual.
Ojalá fuese posible mediante algún ritual mágico compartir estas sensaciones personales íntimamente ligadas a estos lugares con otras personas, para que también ellos lo sintieran. Pero pensándolo mejor, eso sería privarles del placer de visitarlos y grabarlos en sus propios recuerdos…
El Curuxu de Madera 
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11 junio, 2010 at 17:26
Seguro que si te paras a pensar un momento, surgen varios de esos momentos que necesitan de magia para ser recordados. Noches y noches de risas y confidencias en algún bar hasta las tantas con una pinta en la mano y otras tantas en el corazón.
Esos momentos muchas veces sólo sabes que son genuinos, después de haberlos vivido.